El estudio tiene para nosotros una doble finalidad: adquirir conocimientos y desarrollar la personalidad. Para ser una buena persona no basta con tener capacidad intelectual, sino que es necesario desarrollar las virtudes humanas.
Gracias al estudio es posible y necesario crecer en orden, esfuerzo, autonomía, perseverancia, humildad, solidaridad, responsabilidad, obediencia, generosidad, alegría, empatía, diálogo, etc.
Al igual que a nuestros estudiantes, a nuestros profesores también se les exige un estudio permanente para fortalecer el dominio de su especialidad y actualizar su capacidad didáctica, así como la adquisición y uso de los recursos necesarios (como los digitales) en la preparación y dictado de sus clases, orientado a la excelencia metodológica y a la atención de cada alumno según sus ritmos y capacidades.
En este sentido, en nuestro colegio se impulsa una cultura evaluativa en todo el proceso de enseñanza - aprendizaje. Esta evaluación es formativa y procesual, con una retroalimentación reflexiva y sumativa (al final de cada bimestre) en el que se señala el nivel de logro alcanzado por los estudiantes en las competencias de cada área segun los desempeños establecidos, con el fin de desarrollar sus habilidades y capacidades aplicables en los diferentes ámbitos donde se desenvuelve.